Un recorrido subterráneo por Karrantza con motivo de CUEVATUR
2024-10-24
Congreso de minas y cuevas turísticas
Karrantza ha acogido esta semana la novena edición de CUEVATUR, el mayor congreso de cuevas y minas turísticas. Este foro es el gran referente del turismo subterráneo y reúne a los nombres más destacados de la geología, la paleontología, la ingeniería y el turismo. Como parte del programa, hemos tenido ocasión de descubrir parte del patrimonio subterráneo del valle. ¡No te pierdas este recorrido por las entrañas de Karrantza!
Mina Ángela
En el barrio de Matienzo, oculta entre la maleza del bosque, se encuentra esta estrecha abertura que nos conduce a un antiguo laberinto de galerías subterráneas. Se trata de la mina Ángela, un yacimiento que fue explotado desde los años 40 hasta mediados de la década de los 60 para la extracción de minerales como la blenda, la galena y la fluorita.
La cavidad ha permanecido cerrada desde entonces. El acceso está restringido y debe realizarse con casco, calzado impermeable y linterna frontal. Las galerías tienen una extensión de 2,5 kilómetros y están ligeramente inclinadas, lo que permitía evacuar el agua y facilitar la salida de los vagones cargados de mineral. La altura es escasa y el terreno puede estar encharcado, con lo cual conviene extremar la precaución para evitar golpes y traspiés.
La visita transcurre a una temperatura media de unos 10 °C y nos permite observar numerosas formaciones geológicas y la galería del polvorín, donde se almacenaban los explosivos y los detonadores, debidamente separados. El recorrido desemboca inesperadamente en una gran sala coronada con estalactitas. Otra sorpresa más en el subsuelo de Karrantza.
Cueva de Pozalagua
Otra visita imprescindible como parte del programa de CUEVATUR ha sido Pozalagua, la catedral subterránea de Karrantza. La cavidad, situada entre los macizos kársticos del Parque Natural de Armañón, está coronada por la mayor concentración de estalactitas excéntricas del mundo, unas formaciones que parecen desafiar la gravedad con sus formas caprichosas e imposibles.
La cueva se descubrió de pura casualidad después de que una explosión en la cantera Donosa abriera un agujero en la montaña. El antiguo yacimiento es hoy un anfiteatro tallado en la propia roca caliza que muestra la dolomía al desnudo, tan deslumbrante que parece mármol. En el pasado, el mineral se trituraba en las instalaciones del actual Parketxe, el centro de interpretación del parque, que ofrece unas vistas inigualables del valle.
Antigua fábrica de Dolomitas
Aunque a simple vista no tenga mucho que ver con el subsuelo, a la antigua fábrica de Dolomitas de Karrantza le debemos el descubrimiento de la cueva de Pozalagua. Hasta aquí se trasladaba mediante tranvía aéreo el mineral extraído en la cantera situada junto a la cueva de Pozalagua. El 28 de diciembre de 1957, durante los trabajos de extracción, una explosión abrió un agujero en la montaña... El resto es historia.
La dolomía se utilizaba, entre otras cosas, para elaborar los ladrillos refractarios con los que se revestían los altos hornos de las grandes fundiciones. Los ladrillos normales se fundían con las altas temperaturas de los hornos, mientras que la dolomía —debidamente tratada— podía resistir altísimas temperaturas.