Karrantza, el valle de los prodigios
2020-07-22
Karrantza es un lugar de récords, de inmensas panorámicas y sorpresas a cada esquina. En pocos lugares la naturaleza se manifiesta con tanto esplendor como en este valle situado en los confines de Bizkaia, junto a la muga con Burgos y Cantabria. Bajo sus cumbres y bosques se extiende un laberinto de simas y cuevas protegido por los macizos del Parque Natural de Armañón.
Pero, más allá de la exuberancia de la naturaleza, la historia de Karrantza nos ha legado un patrimonio excepcional. Decenas de mansiones de indiano se diseminan por las laderas del valle, que cuenta con más de una veintena de iglesias. ¿Sabías que en el barrio de Aldeacueva, en medio de la montaña, se levanta un gran templo que pretendió ser una réplica de la catedral de San Miguel de México? Te invitamos a descubrir este valle de los prodigios y sus trepidantes historias.
Una catedral subterránea
Pozalagua es la catedral subterránea de Karrantza, todo un regalo de la naturaleza situado en pleno Parque Natural de Armañón. El interior de la cueva está coronado por la mayor concentración de estalactitas excéntricas del mundo, unas formaciones que parecen desafiar la gravedad con sus formas caprichosas e imposibles. Por cierto, Pozalagua mantiene una temperatura interior constante de unos 13 ºC, por lo que es un refugio perfecto para los días de bochorno.
La cueva se descubrió de pura casualidad después de que una explosión en una antigua cantera abriera un agujero en la montaña. El antiguo yacimiento es hoy un gran anfiteatro acondicionado para disfrutar de conciertos y actividades culturales al aire libre. El 7 de agosto a las 21:30 podrá disfrutarse gratuitamente de Harria, un espectáculo de danza y música vasca bajo la “batuta” de Iñaki Perurena. [Plazas agotadas]
El último tranvía aéreo
Si no hubieran existido los altos hornos tal vez nunca habríamos conocido la cueva de Pozalagua. La gruta se descubrió de pura casualidad, después de que una explosión en la cantera Donosa abriera un agujero en la montaña. El mineral extraído en la antigua cantera se trasladaba mediante un sistema de tranvía aéreo (el último que funcionó en Bizkaia) hasta la fábrica de Dolomitas, hoy reconvertida en un un museo declarado Patrimonio Industrial. Es el único lugar de Euskadi donde puede verse el sistema de poleas gigantes que movía de forma manual el tranvía.
La dolomía se utilizaba, entre otras cosas, para elaborar los ladrillos refractarios con los que se revestían los altos hornos de las grandes fundiciones. Los ladrillos normales se fundían con las altas temperaturas de los hornos, mientras que la dolomía —debidamente tratada— podía resistir altísimas temperaturas.
Karpin Fauna
En Karrantza, aunque parezca extraño por su ubicación geográfica, habitan panteras, linces, ciervos, canguros, guanacos o muflones, entre otras 55 especies. Son los moradores de BBK Karpin Fauna, un centro de acogida de animales que ya no pueden ser devueltos a su hábitat. Víctimas del tráfico y la caza ilegal, de agresiones y de abandonos, aquí encuentran un hogar seguro. Karpin Fauna puede visitarse sin necesidad de hacer reserva, aunque por razones de seguridad se ha reducido el aforo y establecido un recorrido de sentido único.
Karpin Fauna se encuentra en los límites del Parque Natural Armañón. Gracias a sus macizos kársticos, el terreno goza de un microclima especial que ha permitido que crezcan encinares y hayedos mediterráneos a muy pocos kilómetros del litoral cantábrico. Armañón es una exaltación de la naturaleza, con sus frondosos bosques y un laberinto infinito de simas, dolinas, torcas y cuevas. ¡Aquí los selfies y las fotos salen solos!
Historias de cuento
Esta casa, aunque parezca sacada de un cuento, es real y está en el valle de Karranza. Hay decenas como ella: mágicas, extravagantes, majestuosas y una gran historia detrás. Son las mansiones de indianos, de las que Karrantza ostenta el récord en Euskadi. Y es que, más allá de su frondosa naturaleza, el municipio atesora un patrimonio histórico, artístico y arquitectónico sobresaliente.
Para muestra, las más de veinte iglesias esparcidas por el valle. ¿Sabías que en el barrio de Aldeacueva, en medio de la montaña, se levanta un gran templo que pretendió ser una réplica de la catedral de San Miguel de México? Los planos llegaban en barco desde el otro lado del charco y, pese a la fama y reconocida pericia del arquitecto, no se interpretaron correctamente. Aun así, el resultado sigue siendo imponente: una iglesia de dimensiones catedralicias en plena naturaleza.
Indianos, masones y templarios, benefactores… La historia de Karrantza está plagada de nombres ilustres y de historias trepidantes. Sus huellas aún se aparecen en cada rincón de este valle cargado de sorpresas. Te proponemos descubrirlas a través de nuestras experiencias guiadas: más de 11 opciones para conocer y disfrutar de todas las facetas del valle de Karrantza.